Por Diana Novac
¿Eres supersticioso/a?
Aquí tenemos las historias reales que hay detrás de algunas supersticiones, y culturas que tienen alguna que otra creencia que nos resultará, cuanto menos, curiosa.
1) Los gatos negros.
Actualmente, no es tan común sentir que al ver un gato negro vayamos a tener mala suerte, pero esta creencia seguía vigente hasta hace relativamente poco. ¿Os suena la época de la caza de brujas? En la Edad Media, se creía que las curanderas y las mujeres que vivían apartadas del poblado eran brujas que por la noche se reunían para hacer oscuros encantamientos y pociones venenosas. Pues resulta que se creía que las brujas se podían transformar en animales y, por qué no, en gatos negros. Por lo tanto, los gatos negros comenzaron a equipararse con el mal. Pero no en todos los lugares es así. En Egipto, estos animales son considerados sagrados, y matar a uno de ellos era considerado como crimen capital. En Asia, tampoco creen que un gato negro traiga mala fortuna, de hecho, ¡es todo lo contrario! Se cree que tener un gato de este color da buena suerte.
2) ¡Jesús!
Cuando alguien estornuda, se suele decir "¡Jesús!". ¿Por qué decimos esto? Los romanos y los griegos de la Antigüedad creían que los estornudos eran un signo de que los dioses lanzaban una advertencia, ya fuera de una mala cosecha o de una pandemia. Por lo tanto, exclamaban "¡salve!" para alejar la mala suerte. Cuando los cristianos conocieron esta costumbre, comenzaron a decir "¡Jesús!", en alusión a Cristo, con la intención de que no le pase nada malo a la persona que ha emitido el estornudo.
3) Empezar el día con el pie derecho
Todos hemos escuchado esta expresión, por ejemplo, para señalar el mal humor de una persona. Pero, ¿sabíais que esta expresión proviene del mundo eclesiástico? En los antiguos misales, el sacerdote tenía que subir al altar con un pie concreto: el derecho. Cuando no lo hacía y, por casualidad, se equivocaba en la misa, se echaba la culpa al hecho de no haber subido con el pie correcto. Esta regla se debe a la creencia de que al Paraíso se accedía por el camino de la derecha, y se entraba con ese pie.
4) Las tijeras
Muchos tenemos un par de tijeras en el estuche. Según algunos, es una poderosa portadora de mala suerte... Sobre todo en Egipto, las tijeras son un objeto que trae mala suerte, excepto si se colocan debajo de la almohada por las noches, para cortar las pesadillas de raíz. Pero aparte de esta excepción, abrir y cerrar las tijeras sin abrir nada, trae mala fortuna y en Turquía, darle unas tijeras directamente a otra persona significa que tendréis un conflicto. Por eso mismo, se dejan en la mesa para que la otra persona las coja de ahí. Lo más parecido que tenemos en España es una costumbre según la cual no se puede dejar unas tijeras abiertas mientras se come.
5) El novio no puede ver a la novia antes de la boda
En las bodas, existe una tradición que consiste en que el novio no puede ver a la novia antes de casarse. Esto proviene de la época de los casamientos por conveniencia, para evitar que el marido se arrepintiera y decidiera no casarse. Actualmente, se ha conservado esta tradición como manera de sorprender al novio al momento de casarse.
6) Dormir con maquillaje en Vietnam
En Vietnam, se tiene mucho cuidado a la hora de desmaquillarse antes de irse a dormir. Según una antigua creencia, los demonios podrían confundirte con unos de ellos y secuestrarte.
7) Bebés y queso
De nuevo, hablamos de la Edad Media. En Inglaterra, las mujeres embarazadas hacían un queso durante los nueves meses que duraba su embarazo. Cuando el bebé nacía, se repartía el queso entre toda la familia y se frotaba al bebé con su corteza para que sea bendecido con una larga y próspera vida. Curioso, ¿no?
8) Chicle... ¿carne de muerto?
El chicle, o goma de mascar, es consumido por miles de personas en casi todo el mundo. Pero en algunos países, como Turquía, se cree que masticar chicle de noche es sinónimo de estar masticando la carne de los muertos.
9) Ladrón de ombligos
En algunas culturas, cuando es noche de tormenta, se recomienda a los niños que se tapen la tripa antes de irse a dormir, ya que Raijin, dios sionista del trueno, si les ve el ombligo mientras duermen, se lo robará y se lo comerá.
10) Abrir el paraguas en un espacio cerrado da mala suerte
Hay varias teorías respecto al origen de esta superstición. Una de ellas explica que abrir un paraguas bajo un techo, al estar al otro lado de los rayos del sol, el rey Ra, el dios del Sol, se enfadaría y castigaría a la persona que haya perpetrado la desafortunada acción. Otra teoría, más realista, habla en relación al paraguas victoriano y previene sobre las posibles lesiones que podría provocar un paraguas abierto en un recinto con poco espacio a un adulto o niño. ¿Con cuál de las dos opciones te quedas?
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